Comparaciones de está película con El lobo de Wall Street serán inevitables. Pero los maestros de las
finanzas en La gran apuesta- apenas y
toman vino. Jared Vennett(Ryan Gosling)
es lo más similar a un personaje de la cinta de Scorsese, siempre en traje, con estilo y con ambiciones bastante
claras. Parte de su acto es aspirar aire de forma exagerada en los salones de
conferencia porque “huele dinero”.
Coescrita y dirigida por Adam McKay(Anchorman, Hermanastros), narra la
historia de un reducido grupo de hombres que advirtieron el desplome de la
economía estadounidense- y posteriormente mundial- del 2007, debido a la crisis
del mercado de bienes raíces y su respectivo sistema de hipotecas.
La cinta sigue tres líneas narrativas. La primera de ellas
se concentra en el brillante, pero socialmente inadaptado Dr. Michael Burry(Christian Bale) y su descubrimiento de
datos aterradores e invisibles para los demás. La segunda sigue a la compañía
del siempre molesto Mark Baum(Steve
Carell demostrando una vez más su talento) y su decisión de trabajar con
Gosling para tomar parte de lo que este olfatea. Por último, Finn Wittrock y John Magaro interpretan a un par de novatos que, aunque trabajan
desde su garaje, ellos también han descubierto la crisis antes de tiempo. Ellos
ven en Ben Rickert(Brad Pitt versión
semi-hippie), una leyenda de las finanzas que se retiró por disgusto, a su
mentor para conseguir millones.
No hay héroes en La
gran apuesta. Baum, Vennett, Burry y sus asociados están 100% seguros de
que el mercado va a colapsar, así que deciden apostar en su contra. Si
tienen(cuando tengan) razón, millones de estadounidenses perderán sus casas, y
el resultado repercutirá a escala mundial.
La gran apuesta constantemente introduce nuevos
personajes al igual que gigantescas toneladas de información. Uno puede
sentirse un poco perdido, es más, estoy seguro que no llegué a entender toda la
película, pero esto no arruina la experiencia. McKay hace lo posible por hacernos entender de formas creativas y
divertidas, incluyendo glosarios, personas que rompen la cuarta pared y
excelentes cameos.
Aunque también sucede que en su intento por dar una
explicación for dummies(para tontos),
la audiencia puede sentirse un poco ofendida, en algunos casos. En otros es más
necesario.
La gran apuesta es una atrevida, energética,
informativa, interesante y dura película. Balancea perfectamente el drama y la
comedia, es cargada por excelentes actuaciones, una singular dirección y un
genial libreto. No entiendes el 25% de lo que dicen…
Y sigues sumergido en la historia.
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