Obviamente hay algo tonto en ver a una manada de lobos, un
tigre, una pantera, un oso y otras docenas de animales conversar entre ellos,
algunos incluso con acento británico, pero gracias a la visión de Jon Favreau, esta nueva versión de El Libro de la Selva es una mezcla de acción en carne y hueso con unos de los
más impresionantes efectos visuales que se hayan visto hasta ahora.
Cada gota de agua, cada hoja de árbol, cada ser de la
jungla se ve real y uno termina por convencerse de que las voces sí están
saliendo de ellos. Todo fue filmado en un estudio en Los Angeles, lo que hace
todo más impactante.
El único personaje no computarizado es el cachorro humano
Mowgli, interpretado con naturalidad y gran capacidad de abstracción- no es
fácil actuar solo frente a una pantalla verde- por Neel Sethi.
Mowgli es un chico bastante inteligente, lleno de “trucos” incomprensibles para el resto de la jungla. Él fue criado por una manada de lobos, incluidos Akela(Giancarlo Esposito) y Raksha(Lupita Nyong´o), y una pantera negra llamada Bagheera(Ben Kingsley haciendo un espectacular voice-over).
Pero cuando el feroz y resentido tigre Shere Khan(Idris
Elba en un rol que le queda) huele a Mowgli, anuncia a todos que algún día lo
va a matar. Para no poner en peligro a su familia, Mowgli decide salir de la
jungla y llegar a la villa de hombres.
Y de allí en adelante comienza una aventura familiar para
cualquiera que haya leído a Kipling o haya visto la versión original de 1967. Y
se preguntarán: “¿Es exactamente igual?¿Vale la pena?” Pues sí, vale muchísimo
la pena y, aunque la historia es similar, esta es un acercamiento más maduro,
divertido e incluso aterrador que la clásica.
Cuando digo aterrador, lo digo en serio. Al menos en un par
de escenas, como cuando Mowgli conoce a la seductora serpiente Kaa(Scarlett
Johansson) o cuando Shere Khan…
Honestamente no sé si un niño de cuatro o cinco años deba
ver esta película, podría tener pesadillas.
Bill Murray presta su voz para el amado oso perezoso Baloo,
quien se roba una buena parte de las risas de la cinta. En un principio engaña
a Mowgli para que lo ayude a obtener miel, pero eventualmente se convierte en
su leal amigo.
Y luego está King Louie(fácil identificar a Christophe
Walken), el grotesco y exageradamente gigantesco orangután que le da la
bienvenida a Mowgli a su “palacio”.
Hay música en El Libro de la Selva. Pero a diferencia de Busca lo más vital- excelente Murray- la
versión de Walken de Quiero ser como tú
es tediosa y fuera de tono. Hubiera sido mejor dejarla por fuera.
Más que una obra maestra en efectos visuales, El Libro de
la Selva de Favreau es una emocionante aventura con un terrorífico villano,
excepcional química entre sus personajes, buen sentido del humor y corazón.
Cada adulto se sentirá como un niño, maravillado de lo que
tiene frente a sus ojos.
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