Pacto Criminal(Black Mass) es una película que debería mostrarse en las escuelas
de cine por razones ambivalentes. Para los actores, funciona como una clase
maestra; para los guionistas, como una indicación de cómo no se debe escribir
una historia.
(1975) Johnny Depp
es James “Whitey” Bulger, un delincuente irlandés que al
salir de la cárcel es convencido por el agente/admirador #1 del FBI John Connolly (Joel Edgerton
en su mejor papel) para que colabore con ellos con el fin de eliminar a un
enemigo común: la mafia italiana. Esta improbable y secreta alianza provoca una
espiral de violencia que permite a Whitey eludir a las autoridades, consolidar
su poder y convertirse en uno de los más prolíficos gángsters de la historia de
los Estados Unidos.
La relación con Whitey Bulger lleva a Conolly a cambiar,
poco a poco, de actitud, y esto se justifica. Lo que no se justifica, sin
embargo, es la motivación del personaje para ayudar con tanto empeño a Whitey.
Dicen que de chico Bulger intervino en una pelea para ayudarle, pero esto no es
suficiente para que un agente del FBI se vuelva corrupto.
Todos se preguntan por Johnny Depp, así que hablemos de
Johnny Depp. El actor, alejado de sus excéntricos personajes con
características de bufón, ha vuelto a su mejor nivel. Depp logra adueñarse del
papel-detrás del horrible maquillaje que lo hace parecer un vampiro- y
demuestra lo mejor de sí en momentos explosivos que hacen recordar a Joe Pesci en Goodfellas.
La mayoría
probablemente dirá que su actuación es lo más rescatado de la película, pero la
verdadera estrella(al menos en la opinión de este escritor) es Joel Edgerton. La admiración que debe
sentir su personaje por el de Depp brota de sus ojos y se siente tan real. Ambos merecen una
nominación al Oscar, por lo menos.
El resto del elenco de ensamblaje lo conforman Benedict
Cumberbatch, Corey Stoll, Kevin Bacon, Dakota Johnson, y Peter Sarsgaard,
quienes hacen excelente trabajo.
Pero más allá de las actuaciones…
Scott Cooper realizó un trabajo más que
decente en dirección, y es obvio que su especialidad es dirigir actores(hizo
ganador del Oscar a Jeff Bridges con Crazy Heart).
Desafortunadamente, el libreto escrito por Jez Butterwoth y Mark Mallouk al final no trasciende la anécdota del mafioso con
avaricia que asesina a los soplones y valora la lealtad, dejándonos la
sensación de haber comido algo sin nutritivos. Como no hay quien se le
interponga en el camino, tampoco hay algo que nos atrape o conmueva.
El encargado de perseguirlo, Corey Stoll, llega cuando faltan 20 minutos para el final de la
película y, para ese momento, ya es demasiado tarde para que nos interese.
El retrato que se realiza de la época, la corrupción y el
bajo mundo del sur de Boston son muy interesantes, y las magnéticas actuaciones
de Johnny Depp y Joel Edgerton son suficientes para borrar ciertos aspectos
fríos de su trama.
El subgénero de mafiosos es uno de los más respetados en el
mundo del cine. Películas como El
Padrino, Goodfellas y Los infiltrados son clara muestra de su
calidad. Esta nueva cinta pretende entrar en ese olimpo, pero el estandarte está
muy alto y con un proyecto tan irregular como el que aquí se nos cuenta es
obvio que se queda corto.
Pacto Criminal obtiene un 3/5. Si la ves, bien;
si no, también.
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