“Usted no sabe cómo se organizan aquí las
cosas.“
La isla mínima es una película española del género policíaco, dirigida por Alberto Rodríguez y protagonizada por Raúl Arévalo y Javier Gutierrez. Narra la historia de Pedro y Juan(no dicen apellidos), dos policías con ideologías totalmente opuestas, que son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur de España para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad que parece estar anclada al pasado, descubrirán que en los últimos años han desaparecido varias jóvenes más, y tendrán que enfrentarse a un enfermizo asesino.
Es impresionante como este filme comparte ciertos elementos con películas de Hollywood, y se sigue sintiendo como uno internacional. Comenzando por la atmósfera en la que se sumerge el espectador: sucia, deprimente, y sórdida. El uso frecuente de marcos cerrados que enfocan a los personajes permite observar mejor sus expresiones, y prestar más atención a su comportamiento e interesantes conversaciones. Todo eso, unido a un ritmo lento y el choque entre las personalidades de los detectives, me hizo recordar a Seven, el grandioso e intrigante thriller de David Fincher; manteniendo esa sensación de ser un filme extranjero.
La isla mínima es un thriller de lenta cocción. El ritmo durante los primeros 20 minutos puede ser un poco más lento de lo necesario, estoy seguro que muchos espectadores se habrán aburrido. Pero al contrario de lo que sucede en Foxcatcher(leer reseña), la obra de Alberto Rodríguez acelera la historia y logra mantener atrapado a casi cualquiera. El registro es pausado, los silencios ganan fuerza y el ritmo va cambiando acertadamente.
Un aspecto que debo destacar es lo real que se siente la historia. El soundtrack es sutil y adecuado, la música no manipule las emociones y, en gran parte del film, no hay sonido de fondo en lo absoluto, solo los del tenso ambiente creado por su director.
La isla mínima es una película española del género policíaco, dirigida por Alberto Rodríguez y protagonizada por Raúl Arévalo y Javier Gutierrez. Narra la historia de Pedro y Juan(no dicen apellidos), dos policías con ideologías totalmente opuestas, que son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur de España para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad que parece estar anclada al pasado, descubrirán que en los últimos años han desaparecido varias jóvenes más, y tendrán que enfrentarse a un enfermizo asesino.
Es impresionante como este filme comparte ciertos elementos con películas de Hollywood, y se sigue sintiendo como uno internacional. Comenzando por la atmósfera en la que se sumerge el espectador: sucia, deprimente, y sórdida. El uso frecuente de marcos cerrados que enfocan a los personajes permite observar mejor sus expresiones, y prestar más atención a su comportamiento e interesantes conversaciones. Todo eso, unido a un ritmo lento y el choque entre las personalidades de los detectives, me hizo recordar a Seven, el grandioso e intrigante thriller de David Fincher; manteniendo esa sensación de ser un filme extranjero.
La isla mínima es un thriller de lenta cocción. El ritmo durante los primeros 20 minutos puede ser un poco más lento de lo necesario, estoy seguro que muchos espectadores se habrán aburrido. Pero al contrario de lo que sucede en Foxcatcher(leer reseña), la obra de Alberto Rodríguez acelera la historia y logra mantener atrapado a casi cualquiera. El registro es pausado, los silencios ganan fuerza y el ritmo va cambiando acertadamente.
Un aspecto que debo destacar es lo real que se siente la historia. El soundtrack es sutil y adecuado, la música no manipule las emociones y, en gran parte del film, no hay sonido de fondo en lo absoluto, solo los del tenso ambiente creado por su director.
La isla mínima es un thriller crudo y bastante fuerte, con un aire
a True Detective,
tanto en los escenarios como en los mismos personajes. Se observa esa relación
de lealtad y a la vez incomodidad entre los compañeros, causa por un pasado muy
oscuro de alguno. El personaje de Arévalo, semejante al deMcconaughey,
posee una mirada fría y calculadora, que le hace parecer un badass en estado de calma,
reservado. Antes militar, ahora detective, Gutierrez es explosivo y no duda en
utilizar la fuerza para obtener respuestas; hasta que en un momento se
invierten los papeles.
Oscuro, real, y con un duro trasfondo político, La Isla Mínima se consolida como un verdadero thriller en el cual destacan las actuaciones de los personajes estelares, el interesante diálogo y un muy buen final. A pesar de que a momentos se pueda tornar un poco tediosa, esta obra del director Alberto Rodríguez sirve como un ejemplo que demuestra que se puede contar una intrigante historia sin tener que recurrir a efectos especiales, persecuciones a toda velocidad o explosiones. Existe un buen cine más allá de Hollywood, y La isla mínima forma parte de él.
“No puedes meterte con un militar y esperar una palmadita en la espalda.“
Oscuro, real, y con un duro trasfondo político, La Isla Mínima se consolida como un verdadero thriller en el cual destacan las actuaciones de los personajes estelares, el interesante diálogo y un muy buen final. A pesar de que a momentos se pueda tornar un poco tediosa, esta obra del director Alberto Rodríguez sirve como un ejemplo que demuestra que se puede contar una intrigante historia sin tener que recurrir a efectos especiales, persecuciones a toda velocidad o explosiones. Existe un buen cine más allá de Hollywood, y La isla mínima forma parte de él.
“No puedes meterte con un militar y esperar una palmadita en la espalda.“
La isla mínima obtiene un 3.8/5
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