Song of the Sea(La canción del
mar) es una película animada
irlandesa de la que posiblemente han escuchado- en especial durante la época de
premios- aunque quizá todavía no hayan visto. Esto se debe a que su
estreno fue limitado, no llego a todas partes del mundo; e inclusive a donde
llego, nunca fue por completo. Escrita por Will
Collins y dirigida por Tomm Moore, esta
sirve como el perfecto ejemplo de que no siempre lo que más vende es lo
mejor...y que los Oscar, lamentablemente, sirven cada vez menos.
La canción del mar es una fantasía animada visualmente espléndida, en ocasiones inteligentes y siempre reconfortante. Narra la historia de Ben y Saoirse, dos hermanos que, tras un desafortunado episodio, son enviados a la ciudad a vivir con su abuela. Cuando deciden volver a su casa junto al mar, su viaje se convierte en una carrera contra el tiempo a medida que se internan en un mundo que Ben conoce solo por las leyendas que le narrada su madre. Se sumergen en un cuento que no es para dormir, con criaturas que ya llevan demasiado tiempo entre nosotros. Ben pronto se dará cuenta que su hermana Saoirse- a quien el parece odiar, ya que la culpa por el fallecimiento de su madre- será la clave para la supervivencia de ese mágico mundo.
La canción del mar es una fantasía animada visualmente espléndida, en ocasiones inteligentes y siempre reconfortante. Narra la historia de Ben y Saoirse, dos hermanos que, tras un desafortunado episodio, son enviados a la ciudad a vivir con su abuela. Cuando deciden volver a su casa junto al mar, su viaje se convierte en una carrera contra el tiempo a medida que se internan en un mundo que Ben conoce solo por las leyendas que le narrada su madre. Se sumergen en un cuento que no es para dormir, con criaturas que ya llevan demasiado tiempo entre nosotros. Ben pronto se dará cuenta que su hermana Saoirse- a quien el parece odiar, ya que la culpa por el fallecimiento de su madre- será la clave para la supervivencia de ese mágico mundo.
Song
of the Sea reposa sobre el folklore irlandés y su hermoso estilo visual. Al
igual que El
cuento de la princesa Kaguya logra combinar exitosamente imágenes
3D generada por computadora con animación dibujada a mano, dándole al filme un
vistazo moderno. La película es una joya animada, en donde se nota que la
creatividad no ha encontrado barreras. Sabe utilizar su entorno, y convierte a
este no solo en un personaje más de la misma, sino en uno bien definido, rico
en detalles y expresivo. Los dibujos han sido realizados con mucha dedicación y
cuidado; tan reales que la animación digital debería mirarles con algo de
envidia. El fondo va de acuerdo con el tono del momento y cada plano parece una
obra de arte.
Esta es una adaptación de una fábula conveniente para todo público. Por un lado, los niños se verán más que entretenidos por lo colorido, los personajes míticos y sus aventuras, y una que otra canción; por el otro, los adultos se sumergirán en la profundidad de la historia, en el dolor de algunos de sus personajes y en las motivaciones de otros. También hay cierto elemento de misterio presente: se menciona numerosas veces a lo largo de la cinta la palabra selkie, pero no es hasta el final que sabemos que significa(a menos que seas irlandés). Puede que la historia de hermano odia a hermana, pero luego se da cuenta que la quiere no es original; sin embargo, la forma de contarla en Song of the Sea sí. Es sentimental, pero no forzada; es madura, pero no lo demasiado como para que los niños no la entiendan. Es una historia con la que, a pesar de los elementos fantasiosos, te sentirás identificado si tienes hermanos; y si no, verás el reflejo en algún amigo o familiar.
La bruja de la fábula se ha dedicado a extraer los sentimientos de las criaturas mágicas en un intento desesperado por eliminar el dolor y el sentimiento de pérdida, transformándolas en rocas inmutables y frías, sin problemas que resolver ni luto que cargar por seres queridos. ¿Sería mejor vivir reprimido y sin emociones para no sufrir que exponerse al sufrimiento, pero con la posibilidad de ser feliz? Song of the Sea se convierte en una reivindicación del amor, de la necesidad de compartirlo y como incluso llega a tener cualidades más sanadoras de heridas pasadas que el mismo tiempo. Esta es la historia que enseña que la pérdida debe ser aceptada como algo que, aun cuando no es bueno, es inevitable, pero superable. Los más chicos de la casa pasarán un buen rato a pesar de no comprenderla por completo; los mayores captarán el mensaje con poca dificultad, y con una cálida sonrisa.
Aunque debo confesar que no es mi favorita- tengo una pequeña debilidad por Hippo y Chimuelo- debo decir que Song of the Sea es la mejor película animada del 2014. Francamente, creo que es una de las mejores, animadas o no. Es mágica y tierna, simple, y a la vez, compleja. Posee personajes tan ricos y coloridos con los que es fácil identificarse y agarrarles cariño. Esta es la clase de película animada que desearía se hiciera más frecuente. Probablemente más de uno la termine con lágrimas; no importa, valen la pena los ojos rojos.
Esta es una adaptación de una fábula conveniente para todo público. Por un lado, los niños se verán más que entretenidos por lo colorido, los personajes míticos y sus aventuras, y una que otra canción; por el otro, los adultos se sumergirán en la profundidad de la historia, en el dolor de algunos de sus personajes y en las motivaciones de otros. También hay cierto elemento de misterio presente: se menciona numerosas veces a lo largo de la cinta la palabra selkie, pero no es hasta el final que sabemos que significa(a menos que seas irlandés). Puede que la historia de hermano odia a hermana, pero luego se da cuenta que la quiere no es original; sin embargo, la forma de contarla en Song of the Sea sí. Es sentimental, pero no forzada; es madura, pero no lo demasiado como para que los niños no la entiendan. Es una historia con la que, a pesar de los elementos fantasiosos, te sentirás identificado si tienes hermanos; y si no, verás el reflejo en algún amigo o familiar.
La bruja de la fábula se ha dedicado a extraer los sentimientos de las criaturas mágicas en un intento desesperado por eliminar el dolor y el sentimiento de pérdida, transformándolas en rocas inmutables y frías, sin problemas que resolver ni luto que cargar por seres queridos. ¿Sería mejor vivir reprimido y sin emociones para no sufrir que exponerse al sufrimiento, pero con la posibilidad de ser feliz? Song of the Sea se convierte en una reivindicación del amor, de la necesidad de compartirlo y como incluso llega a tener cualidades más sanadoras de heridas pasadas que el mismo tiempo. Esta es la historia que enseña que la pérdida debe ser aceptada como algo que, aun cuando no es bueno, es inevitable, pero superable. Los más chicos de la casa pasarán un buen rato a pesar de no comprenderla por completo; los mayores captarán el mensaje con poca dificultad, y con una cálida sonrisa.
Aunque debo confesar que no es mi favorita- tengo una pequeña debilidad por Hippo y Chimuelo- debo decir que Song of the Sea es la mejor película animada del 2014. Francamente, creo que es una de las mejores, animadas o no. Es mágica y tierna, simple, y a la vez, compleja. Posee personajes tan ricos y coloridos con los que es fácil identificarse y agarrarles cariño. Esta es la clase de película animada que desearía se hiciera más frecuente. Probablemente más de uno la termine con lágrimas; no importa, valen la pena los ojos rojos.
Songo of the Sea obtiene un 4.25/5.
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