Reseña "5 centímetros por segundo" Nostágica y agridulce

Por: Christian Roballo @Chrisroba 

¿Cuándo empecé a escribir mensajes que nunca envío? ¿A qué velocidad debo vivir para volverte a ver?- Takaki Tono 

 La distancia es, quizás, el obstáculo más duro en un relación romántica, ya que el tiempo lleva por caminos distintos a las personas. Aquellos que una vez fueron gran parte de tu vida pueden, poco a poco, ir alejándose hasta volverse sombras del pasado. Los recuerdos son lindos, pero debemos continuar con nuestra vida. Y, a veces, las palabras no nos alcanzan para decir todo lo que queremos.

 Con lo anterior en mente el director Makoto Shinkai nos trae 5 centímetros por segundo. Una película de romance plagada de melancolía que te dejará un sabor agridulce que no podrás dejar pasar por alto. 

 La historia está dividida en tres capítulos, girando todos en torno a la vida de Takaki Tono. Durante el primero nos muestran su vida en la escuela primaria. Ahí, se vuelve amigo de Akari Shinohara, una niña recien transferida de quien se enamorará perdidamente. Pero, un día Akari tiene que transferirse y comenzarán a escribirse cartas cada vez con menos frecuencia. El segundo, por otro lado, nos muestran a Takaki viviendo en otra ciudad y asistiendo al tercer año de secundaria. Su vida ha cambiado completamente, aunque él no ha dejado atrás el recuerdo de Akari. Y en el último capítulo podemos ver la vida de estos dos chicos convertidos en adultos, los cambios que han tenido y cómo será su nuevo encuentro. 

En general cuenta con un argumento simple, que deriva en una historia hermosamente amarga. El amor y la soledad son sentimientos que van de la mano, y hay romances que, simplemente, quedan a la deriva. El tiempo avanza y debemos disfrutar de la vida.

Artísticamente es una película hermosa, los escenarios son realistas y delicadamente trabajados. Además de que, en conjunto con la música de Atsushi Shirakawa, consiguen crear escenas magníficas que a cualquiera dejarán encantado. Una belleza visual. Las cosas no suceden como uno quiere que así sean, y esto es demostrado por Makoto Shinkai en esta bella y melancólica obra que seguramente evocarán algunos sentimientos en el espectador. Con un final abierto nos deja este pequeño viaje sentimental que te hará reflexionar sobre el tiempo, la distancia y el amor.