Justo cuando John Wick pensó que había escapado, lo halan hacia atrás. Ésta es una fórmula ya comprobada de "un último trabajo, robo o asignación". Un malo de larga trayectoria deja su vida de crimen en busca de la paz y la calma, pero naturalmente es acosado por sus viejos hábitos y puesto devuelta en frente a su antiguo trabajo. Pero el filme dirigido por David Leitch y Chad Stahelski(antiguos dobles de acción), le da un aire de vida a esta muy repetida premisa a través de una deslumbrante coreografía en las escenas de acción, aspectos visuales con mucho estilo y-lo más importante- una actuación de anti-héroe a la antigua por Keanu Reeves.
Sinopsis: John Wick se ha retirado; solía ser el asesino más intimidante del bajo mundo, pero decidió sentar cabeza y vivir una vida tranquila con su pareja, Helen(Bridget Moynahan), quien sólo aparece en flashbacks. Lamentablemente, su nueva vida no durará mucho: Helen muere de una misteriosa enfermedad, y un día, después de encontrarse con unos delincuentes en una gasolinera, estos regresan a su casa y matan a su perro. Lamentablemente para ellos, no matan a John, por lo que éste se dedicará a rastrear y eliminar a los maleantes. A través de un amigo, se entera de que el asesino del perro es Iosef Tarasov (Alfie Allen), el hijo de Viggo Tarasov (Michael Nyqvist), un poderoso jefe de la mafia. Nuestro protagonista emprenderá una búsqueda por la venganza contra Iosef, y se verá involucrado en un sinfín de peleas que se interponen con su objetivo.
John Wick es una clásica historia de venganza, la cual funciona a la perfección porque tiene sus raíces en lo emocional. Su perro, quien simbolizaba un nuevo comienzo, era el último recuerdo de su difunta esposa. De hecho sorprende que el catalizador de la trama sea la muerte de un perro, porque ellos rara vez mueren en las películas de Hollywood. Y es fácil ver aquí porqué. La escena es muy fuerte, haciéndonos recordar un poco a la que sucede en Soy Leyenda, pero funciona precisamente porque hace que queramos ver a los gángsters bien muertos. John Wick no mata villanos porque es su deber o simplemente porque es el protagonista de la cinta; sus motivaciones son claras, y uno se puede identificar fácilmente con ellas.
Se nota que Keanu Reeves casi no usó dobles durante sus peleas. Los combates están presentados de manera clara, sin cámaras que se tambaleen demasiado y con pocos cortes, lo cual hace que la acción sea fácil de seguir y podamos ver el rostro de Reeves casi todo el tiempo. Además, Los escritores lograron el trabajo más difícil: que nos importara John Wick. Por lo tanto, las escenas de acción no solo resultan ser entretenidas al espectador, sino bastante tensas y emocionantes.
Sinopsis: John Wick se ha retirado; solía ser el asesino más intimidante del bajo mundo, pero decidió sentar cabeza y vivir una vida tranquila con su pareja, Helen(Bridget Moynahan), quien sólo aparece en flashbacks. Lamentablemente, su nueva vida no durará mucho: Helen muere de una misteriosa enfermedad, y un día, después de encontrarse con unos delincuentes en una gasolinera, estos regresan a su casa y matan a su perro. Lamentablemente para ellos, no matan a John, por lo que éste se dedicará a rastrear y eliminar a los maleantes. A través de un amigo, se entera de que el asesino del perro es Iosef Tarasov (Alfie Allen), el hijo de Viggo Tarasov (Michael Nyqvist), un poderoso jefe de la mafia. Nuestro protagonista emprenderá una búsqueda por la venganza contra Iosef, y se verá involucrado en un sinfín de peleas que se interponen con su objetivo.
John Wick es una clásica historia de venganza, la cual funciona a la perfección porque tiene sus raíces en lo emocional. Su perro, quien simbolizaba un nuevo comienzo, era el último recuerdo de su difunta esposa. De hecho sorprende que el catalizador de la trama sea la muerte de un perro, porque ellos rara vez mueren en las películas de Hollywood. Y es fácil ver aquí porqué. La escena es muy fuerte, haciéndonos recordar un poco a la que sucede en Soy Leyenda, pero funciona precisamente porque hace que queramos ver a los gángsters bien muertos. John Wick no mata villanos porque es su deber o simplemente porque es el protagonista de la cinta; sus motivaciones son claras, y uno se puede identificar fácilmente con ellas.
Se nota que Keanu Reeves casi no usó dobles durante sus peleas. Los combates están presentados de manera clara, sin cámaras que se tambaleen demasiado y con pocos cortes, lo cual hace que la acción sea fácil de seguir y podamos ver el rostro de Reeves casi todo el tiempo. Además, Los escritores lograron el trabajo más difícil: que nos importara John Wick. Por lo tanto, las escenas de acción no solo resultan ser entretenidas al espectador, sino bastante tensas y emocionantes.
"Él no es precisamente El Coco. Él es quien llaman cuando quieres matar al monstruo." Es casi imposible ver John Wick sin sentirse encapsulado por su diálogo, que resulta bastante intrigante para ser un filme de acción. Desde el principio, los criminales dibujan la imagen de Reeves de una forma tan peculiar, haciéndonos sentir interesados por su personaje sin saber en verdad quién es ni por qué es tan temido. Pero poco a poco lo vamos conociendo, y nuestras altas expectativas son satisfechas. "Una vez lo vi matar a tres tipos en un bar con un lápiz. Con un maldito lápiz." Al final del día, John Wick parece ser un asesino con más habilidades que Bryan Mills de Taken y con una reputación similar a la de Keyser Soze.
Visualmente, John Wick tiene estilo de sobra. Muchas de las escenas son presentadas de noche, lo cual le da un feeling de película similar al de Drive o The Guest(ver reseña), y la fotografía es oscura y muchas veces bella. A pesar de tener tanta violencia, está llena de planos muy interesantes, movimientos de cámara estilizados y en general tiene un look bien definido que la diferencia de la mayoría de los filmes de ación modernos, y la asemeja a las famosas de los 80´. La música es perfecta y casi omnipresente, pero diseñada de tal forma que no obstaculiza para que cada puñetazo, cada disparo y cada acuchillada se sienta muy presente.
Keanu Reeves sigue demostrando que, cuando se le da el papel correcto, puede hacer un excelente trabajo. Es su mejor filme desde The Matrix y, en mi opinión, su mejor trabajo actoral. John Wick no llega a ser una gran película, pero sí de las mejores de acción de los últimos cinco años. La puedes ver incansables veces, y aún disfrutar. Además, es inesperadamente graciosa. ¿Marcará el inicio de una franquicia? No es una cinta demasiado complicada, pero tampoco tiene por qué serlo: su objetivo principal es tener a su público al filo de sus asientos, emocionarlo y llenarlo de adrenalina. Y lo cumple.
"Ese don nadie es John Wick."
Visualmente, John Wick tiene estilo de sobra. Muchas de las escenas son presentadas de noche, lo cual le da un feeling de película similar al de Drive o The Guest(ver reseña), y la fotografía es oscura y muchas veces bella. A pesar de tener tanta violencia, está llena de planos muy interesantes, movimientos de cámara estilizados y en general tiene un look bien definido que la diferencia de la mayoría de los filmes de ación modernos, y la asemeja a las famosas de los 80´. La música es perfecta y casi omnipresente, pero diseñada de tal forma que no obstaculiza para que cada puñetazo, cada disparo y cada acuchillada se sienta muy presente.
Keanu Reeves sigue demostrando que, cuando se le da el papel correcto, puede hacer un excelente trabajo. Es su mejor filme desde The Matrix y, en mi opinión, su mejor trabajo actoral. John Wick no llega a ser una gran película, pero sí de las mejores de acción de los últimos cinco años. La puedes ver incansables veces, y aún disfrutar. Además, es inesperadamente graciosa. ¿Marcará el inicio de una franquicia? No es una cinta demasiado complicada, pero tampoco tiene por qué serlo: su objetivo principal es tener a su público al filo de sus asientos, emocionarlo y llenarlo de adrenalina. Y lo cumple.
"Ese don nadie es John Wick."
John Wick obtiene un 3.5/5.
0 comentarios:
Publicar un comentario