Star Wars: El Despertar de la Fuerza nos hace
sentir el niño que llevamos por dentro; es una maravillosa aventura que nos
deja sorprendidos, eufóricos y satisfechos, incluso a aquellos que no somos tan
fanáticos de la franquicia. Impulsada por elementos materiales como un arma
similar a la Estrella de la Muerte y
cierta mitología que rodea a los Jedi, es la película que J. J. Abrams nació para dirigir.
Sin revelar mucho de la trama, es
necesario saber que ocurre 30 años después de los eventos transcurridos en El Retorno del Jedi y que las vidas de algunos
personajes que conocemos han cambiado drásticamente. No obstante, el mayor
logro de los El Despertar de la Fuerza
es la empatía que genera con los nuevos, y las relaciones que de estos emergen
tanto entre sí, como entre los viejos.
John
Boyega es graciosa y energético como Finn, un stormtrooper que
ha traicionado a la Primera Orden por conflictos con su conciencia. Él tiene
varias de las mejores líneas de la película y en más de una ocasión nos hace
reír. Finn es lo más cercano a como cualquiera de nosotros reaccionaría al
encontrarse en el medio de una aventura épica como la de Star Wars.
Pero es Daisy Ridley en su rol de Rey
la estrella del largometraje. Olvídense de todos los demás, sin ella esta cinta
no funciona. Como muchos de su generación, Rey no está segura si la Fuerza, los Jedi o incluso Han Solo
son reales o solo un mito. “Es real…Todo”, explica más tarde Solo. Ella es lista, hábil, capaz y valiente, sin ser inmune
a estar aterrorizada cuando le toca enfrentarse a la Fuerza y el Lado Oscuro. En un universo dominado por chicos, ahora las princesas luchan sus propias batallas.
La aventura de Ridley es el ejemplo
perfecto del viaje del héroe, pasando por cada una de las etapas
correspondientes al arquetipo.
Por otro lado, los fans estarán felices
en saber que Han Solo no es un simple cameo, sino un personaje importante en el
desarrollo de la trama. “Chewie, estamos en casas”.
J.J. Abrams sabe construir risas y
llenar los vacíos emocionales entre las palabras. Él es un fanboy que sabe lo que los fanboys
quieren, pero también logra hacernos sentir emocionados al resto de nosotros.
Sin entrar en terreno de lo ridículo, es la entrega con más humor de la saga.
Hablemos de los villanos. El Líder Supremo Snoke opera desde una base
que hace que la Estrella de la Muerte parezca un pueblito, y que su protegido, Kylo Ren, está fuertemente obsesionado
con terminar lo que Darth Vader no
pudo. Sin entrar en detalles, su caracterización puede que sorprenda a muchos,
no es el villano que esperas- lo cual no es algo malo-. Él es una persona, no solo un personaje, que necesita algo de terapia, en
serio.
Solo un par de cosas no me convencieron del todo, aunque no las puedo decir para no caer en spoilers. Igualmente casi no afectan la experiencia. El Episodio VII de las Guerras de las Galaxias cumplió con mis expectativas.
Emocionante, veloz, sentida, cálida, cómica,
bien construida, bien actuada y con muchas preguntas para las secuelas.
Ha habido un Despertar…y es muy
bueno. Esperemos que no se vuelva a dormir.
Star Wars: El
Despertar de la Fuerza obtiene un 4.25/5.
PD: BB-8 es lo máximo.
PD: BB-8 es lo máximo.
Wow, si tú eres crítico (que además de contar la película no sabe nada de cine), yo soy Capitán América. Con todo respeto, esto parece una pauta publicitaria o un post de facebook de un fanboy. La película no pudo ser más mala, pero qué bueno que te gustó.
ResponderBorrarEs tan bello recordar y volver a vivir, justo esto me paso cone esta peli. Definitivamente con Star Wars: Episodio 7 , me llevé una gran sorpresa. Como espectadora que ha asistido a los estrenos de los films previos, que prácticamente ha crecido con la primera trilogía, sólo puedo decir que me he enfrentado a una sensación con doble filo. Por un lado, feliz de reencontrarme con los viejos personajes, de palpar a ratos el espíritu de los films originales, de sentir la fuerza correr por mis venas mientras disfrutaba de una más que brillante mezcla de efectos digitales y físicos (uno de los mayores aciertos del film); pero por otro estaba todo el rato por delante del film, sabiendo en cada momento lo que iba a pasar, algo que sólo debe estar destinado a los más que necesarios segundos visionados. Ejemplo: en cuanto Han Solo llama a su hijo, sabemos qué va a pasar, y el momento, aunque bien interpretado, no posee fuerza. Pero sería injusto acribillar la película por ser a ratos, demasiados, predecible y casi una fotocopia de los instantes de la película que lo empezó todo. Al final El despertar de la fuerza parece más una película nostálgica que funcionará como transición para la nueva etapa de Star Wars ahora bajo la administración Disney Studios.
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