Mientras los créditos
rodaban en la pantalla, no paraba de preguntarme: ¿Por qué tardé tanto en ver este
filme?
De la mano de Denis Villeneuve, llega Sicario,
una extrema, brutal, a veces repulsivamente violenta, y compleja historia sobre
el mundo de las drogas. Es la perfecta combinación de impresionantes
secuencias, construcción artística y más que eficaces actuaciones de su
reparto.
Normalmente se habla de una “guerra
contra las drogas” como si en verdad existiese una, pues como explica un
personaje clave de la cinta “Mientras el
20% de la población todavía sienta interés en inhalar e inyectarse substancias
ilícitas, las drogas ganan.” Lo máximo que pueden hacer las autoridades es
atrapar a algunos de los más grandes traficantes para establecer cierto orden y
evitar la escalada de violencia.
Esta es una de las más
crudas y oscuras películas del 2015, y lo que hace a la historia aterradora es que sabemos que es verdad.
Benicio
del Toro ganó el Oscar a Mejor
Actor de Reparto for Traffic, otra
cinta que involucra drogas, y no sería descabellado decir que Sicario lo hace merecedor de su segundo,
aunque no le estén prestando la atención necesaria. Nuestros pensamientos sobre
su personaje vacilan constantemente, pero una vez que entendemos sus
intenciones, todo se hace bastante claro.
Kate, interpretada con
gran empatía por Emily Blunt, es una
protagonista diferente a las que suelen aparecer en este tipo de filmes. No es
por falta de capacidad, todo lo contrario, ella es joven pero con experiencia,
astuta, desafiante y valiente. Se ha ganado el respeto del FBI adentrándose en casas
de droga y rastreando a victimas de secuestros. Pero como a Kate y su compañero
Reggie(Daniel Kaluuya) les dice un
superior, solo estaban rasgando la superficie.
Matt, el “consejero” del
Departamento de Defensa interpretado con naturalidad por Josh Brolin invita a Kate a participar en algo mucho más grande,
donde frecuentemente debe batallar con conflictos internos de moralidad.
La razón por la cual Kate
es una protagonista tan diferente es que ella no tiene idea de lo que está
pasando, no parece tener utilidad en la historia, a pesar de que todo lo vemos
a través de sus ojos. Menos mal, esta interrogante es respondida, con sentido, más
adelante.
Acompañando la misión está
Alejandro(Del Toro), quien es el más difícil de descifrar. Dice que una vez fue
un fiscal y que ahora un asociado de Matt, pero lo único que sabemos es que a
pesar de parecer siempre borracho, su aspecto y su ruda actitud nos alerta que
nunca se deben meter con él.
Un viaje a Texas se
convierte en algo más que un viaje a Texas, dando lugar a una impecablemente
coreografiada y tensa secuencia de tiros. Sicario
nos deja frecuentemente sin aliento, ilustrando lo complejo, abrumador y
peligroso que es el mundo que ahora Kate habita. Incluso en los momentos pequeños
donde nada enorme sucede, existe una gran tensión.
Villeneuve y el brillante
cinematógrafo Roger Deakins(Prisioneros, Cadena Perpetua, Skyfall,
Spectre, Unbroken, entre otras) construyen unas impresionantes secuencias
con visión nocturna, similares a nada que haya visto.
Sicario es un thriller de acción con más cerebro que tiros, aunque los tiros
también son geniales. Una historia muy oscura en la cual quizá hizo falta un
pequeño rayo de luz, pero con grandes actuaciones, preciosa fotografía y
capacidad de hacernos reflexionar sobre temas tan fuertes.
¿Hasta qué punto se
compromete nuestra ética para lograr un “bien mayor”? ¿Vale la pena?
Sicario obtiene un 4.5/5.
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