Si bien el
género de superhéroes es el que más ha crecido en los últimos años, todavía hay
quienes no son fans y, mas bien, se quejan del mismo. Es fácil encontrar
razones para esto por lo genérico y predecible que llega a ser; pero, para mi
sorpresa, esto puede estar por cambiar. La alianza de Netflix con Marvel
nos trae a Daredevil,
una serie que, al igual que la trilogía de Batman de Christopher Nolan, es
una historia basada en un cómic para personas que no disfrutan del género. Su
protagonista es, simplemente, un héroe, porque de "super" no tiene
mucho, en cambio la serie, sí.
Daredevil es
la historia de Matthew Murdock(Charlie Cox),
abogado defensor por el día y justiciero por la noche en las peligrosas calles
de Hell's Kitchen. Matt perdió la vista tras un accidente cuando tenía 9
años, lo que permitió que desarrollara al máximo sus otros sentidos. Él puede
escuchar los latidos de tu corazón cuando mientes, oler tu colonia a 50 metros
de distancia y sentir el calor corporal de la gente a su alrededor. Tiene una
firma de abogados poco exitosa con su mejor amigo Foggy(Elden Henson),
y cuando oscurece hace lo posible, al igual que Bruce Wayne, por
combatir a los mafiosos de la ciudad.
El tema central no es nuevo o diferente, pero la ejecución es un cuento distinto. Este es fácilmente el proyecto más oscuro en términos visuales y de historia de Marvel Studios. A veces es violento, rozando el gore. No pierde tiempo con estupideces ni con un drama trillado, el guión es fuerte y la dirección es sublime, en especial cuando se observa la acción.
El tema central no es nuevo o diferente, pero la ejecución es un cuento distinto. Este es fácilmente el proyecto más oscuro en términos visuales y de historia de Marvel Studios. A veces es violento, rozando el gore. No pierde tiempo con estupideces ni con un drama trillado, el guión es fuerte y la dirección es sublime, en especial cuando se observa la acción.
Las
escenas de pelea son de las mejores que he visto en cualquier pantalla, y fácilmente
las mejores de televisión. El ambiente, encajando perfectamente con la
historia, es sucio y oscuro, pero con tomas lo suficientemente amplias como
para ver todo lo que está pasando. Cada puñetazo, patada y giro en el aire está
coreografiado con un estilo y una habilidad envidiable; no con la floja edición
de cortar el golpe para luego ver al tipo cayendo. Incluso hay una escena al
final del segundo episodio que consiste en una toma larga y continúa,
estilo Birdman,
de acción, algo que nunca había visto.
Volviendo
con la historia. Daredevil no despega demasiado rápido, mas
bien se desenvuelve lentamente en su trama y la construcción de sus personajes,
todos bien definidos y tridimensionales. Los primeros dos episodios están al
nivel de Iron
Man y de Batman
Begins como una de las más destacables historias de origen
de todos los tiempos. La forma en la que está contada es tan potente que- no me
da pena decirlo- casi lloro en el segundo capítulo. No sabemos cómo empieza a
pelear hasta el séptimo capítulo, ni quien es el villano hasta el cuarto, a
pesar de ya haber escuchado su voz con anterioridad.
Matt Murdock/Daredevil pareciera ser un Batman pobre, y no lo digo en
un mal sentido. No tiene el equipo ni las facilidades del Caballero Oscuro,
pero de todas formas tiene claro su propósito de librar del mal a la ciudad que
ama. Además, Charlie Cox lo interpreta tan estupendamente que uno llega a
pensar que el actor es ciego.
Hay cierta vulnerabilidad en esta encarnación de Murdock, ambas física
y espiritualmente. "No pido perdón por lo que he hecho padre, sino por lo
que estoy a punto de hacer." Él es un ferviente católico que lucha por
mantener calmado el diablo que lleva por dentro. Y aquí la razón por la que la
serie es ideal para cualquiera: Daredevil es humano. Lógicamente, tiene
destreza al pelear, pero también se cansa, le atinan golpes y falla algunos,
y sangra como cualquiera de nosotros. Por esto son tan tensas las peleas;
frecuentemente creemos que va a morir porque el peligro es inminente y Matt lo
demuestra con sus respuestas físicas. Su mayor poder no es prestar atención a
sus sentidos, es la determinación.
Damas y caballeros, les presento al mejor villano de Marvel hasta
ahora(sí, contando a Loki). Vincent D'Onofrio
es Wilson Fisk en una interpretación que se encuentra al borde
de la delgada línea entre la genialidad y la exageración. Fisk es el jefe de
los mafiosos pero su personaje no se limita a eso. Así como Murdock es el héroe
más humano, él es el villano. El mejor tipo de villano es el que cree que está
haciendo lo correcto; en este caso, Fisk cree que construye una mejor ciudad.
En el fondo el quiere lo mismo que Matt.
Los escritores han hecho algo increíble con él: es un malo con
inseguridades, con seres queridos, con sentimientos. Es un ser humano, cruel,
pero humano. D'Onofrio tiene una presencia
abismal, cada vez que aparece en la pantalla el suspenso crece. Es temido por
todos a un nivel similar al de Keyser Soze. Su comportamiento
parece ser el de un bebé hecho hombre, cerca de estallar en llanto. Incluso hay un episodio dedicado a él, de dónde viene y por
qué es como es. "Incluso Lucifer fue alguna vez un ángel." Fenomenal.
Sinceramente, no tengo grandes quejas con la serie. Solo pienso que en
dos de los últimos tres capítulos baja un poco la intensidad y que a veces es
sencillo notar cuando un doble está en acción, pero eso no importa
mucho, ¿o sí? Daredevil se ve afectada por ser de Netflix y, por
ende, no hay que esperar por episodios, lo que disminuye su impacto cultural.
De pertenecer a HBO, tal vez estaríamos ante la Breaking Bad, The Sopranos, o
Game of Thrones de superhéroes. Es lo mejor que ha hecho Marvel, con los ojos
cerrados.
La primera temporada de Daredevil obtiene un 4.5/5.
Muy de acuerdo en casi todo.
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