House of Cards es una serie de suspense
político producida, y en ocasiones dirigida, por David Fincher, y protagonizada
por Kevin Spacey y Robin Wright.
“El fin justifica los medios.” Parece ser la frase que mejor define a esta serie, y en especial a su maquiavélico personaje principal.
Narra la historia del congresista Frank Underwood en su búsqueda por acrecentar su poder mediante estrategias que en muchas ocasiones sobrepasan los límites de la ética. Junto a él se encuentra siempre su fría y ambiciosa esposa, Claire, que también se muestra decidida a lograr sus aspiraciones a toda costa.
Ésta es una serie que me venían diciendo que viera desde ya hace un tiempo, los comentarios que escuchaba al respecto eran espectaculares y por ende mis expectativas estaban bastante altas. Después de terminar las 2 temporadas que lleva he llegado a la conclusión de que, sin duda, es una buena serie, pero opino que no llega a ser excelente. House of Cards se la podría recomendar a mis amigos y familiares sin problema alguno, pero no estaría entre mis primeras opciones.
Creo que la razón por la que los fans de la serie la aman es por la interpretación de Kevin Spacey. Frank Underwood es el más feroz en una jaula de políticos. Es cínico, inteligente, manipulador, ambicioso y lleno, lleno de malicia. Además, suele romper la cuarta pared constantemente(hablar al público), lo que en algunas ocasiones resulta espectacular, en otras gracioso, y nos da una mejor visión de los pensamientos del personaje. Frank sí es un grandioso personaje, uno de los mejores de la TV actual. Pero un personaje no hace la serie.
Ahora explico por qué no me convence del todo: No es por su fotografía obviamente, puesto que Fincher es productor y director en ocasiones; se puede ver su sello en el aspecto visual. No es por sus actuaciones, que en su mayoría son bastante sólidas. ¿Entonces por qué no me engancha completamente? El guión. House of Cards es un retrato sin alma de políticos desalmados. La serie se toma a si misma muy en serio, ofreciendo muchas tramas secundarias que carecen de substancia, y que al final terminan importando muy poco. La trama principal mantiene su curso unidireccional en búsqueda de Frank por cada vez más poder, casi sin encontrar grandes contratiempos.
En conclusión, House of Cards es una propuesta brillante, bien interpretada, e ingeniosa, pero que le falta substancia y profundidad en cuanto a los personajes para poder agarrarles cariño. El ancla principal sin duda es Frank Underwood; un líder con gran carisma y malicia. Recomiendo la serie a cualquiera que le gusten los thrillers políticos, la estrategia, las series con un ritmo un poco lento, y especialmente a los admiradores de Kevin Spacey(el 90% de la población mundial). Espero que logre engancharme más en la 3era temporada
“La democracia está tan sobrevalorada”.
House of Cards obtiene un 3.5/5.
“El fin justifica los medios.” Parece ser la frase que mejor define a esta serie, y en especial a su maquiavélico personaje principal.
Narra la historia del congresista Frank Underwood en su búsqueda por acrecentar su poder mediante estrategias que en muchas ocasiones sobrepasan los límites de la ética. Junto a él se encuentra siempre su fría y ambiciosa esposa, Claire, que también se muestra decidida a lograr sus aspiraciones a toda costa.
Ésta es una serie que me venían diciendo que viera desde ya hace un tiempo, los comentarios que escuchaba al respecto eran espectaculares y por ende mis expectativas estaban bastante altas. Después de terminar las 2 temporadas que lleva he llegado a la conclusión de que, sin duda, es una buena serie, pero opino que no llega a ser excelente. House of Cards se la podría recomendar a mis amigos y familiares sin problema alguno, pero no estaría entre mis primeras opciones.
Creo que la razón por la que los fans de la serie la aman es por la interpretación de Kevin Spacey. Frank Underwood es el más feroz en una jaula de políticos. Es cínico, inteligente, manipulador, ambicioso y lleno, lleno de malicia. Además, suele romper la cuarta pared constantemente(hablar al público), lo que en algunas ocasiones resulta espectacular, en otras gracioso, y nos da una mejor visión de los pensamientos del personaje. Frank sí es un grandioso personaje, uno de los mejores de la TV actual. Pero un personaje no hace la serie.
Ahora explico por qué no me convence del todo: No es por su fotografía obviamente, puesto que Fincher es productor y director en ocasiones; se puede ver su sello en el aspecto visual. No es por sus actuaciones, que en su mayoría son bastante sólidas. ¿Entonces por qué no me engancha completamente? El guión. House of Cards es un retrato sin alma de políticos desalmados. La serie se toma a si misma muy en serio, ofreciendo muchas tramas secundarias que carecen de substancia, y que al final terminan importando muy poco. La trama principal mantiene su curso unidireccional en búsqueda de Frank por cada vez más poder, casi sin encontrar grandes contratiempos.
En conclusión, House of Cards es una propuesta brillante, bien interpretada, e ingeniosa, pero que le falta substancia y profundidad en cuanto a los personajes para poder agarrarles cariño. El ancla principal sin duda es Frank Underwood; un líder con gran carisma y malicia. Recomiendo la serie a cualquiera que le gusten los thrillers políticos, la estrategia, las series con un ritmo un poco lento, y especialmente a los admiradores de Kevin Spacey(el 90% de la población mundial). Espero que logre engancharme más en la 3era temporada
“La democracia está tan sobrevalorada”.
House of Cards obtiene un 3.5/5.
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