Zwei Leben(Dos vidas)
es una drama alemán escrito y dirigido por George Mass, que tiene un poquito de espionaje y bastante de
melodrama. La película explora la historia de los Lebensborn, o hijos de
la guerra, nacidos en Noruega y trasladados a orfanatos en Alemania. Julian Köhler interpreta a Katrine,
una diseñadota gráfica noruega enredada en un conflicto de lealtad a su país y
al lugar donde ha construido su vida. Con la caída del Muro de Berlín, un joven
abogado(Ken Duken) empieza a
fastidiar a la familia para testificar contra el Estado noruego y obtener
“reparaciones”. Katrine se rehúsa y el mundo que ella ha construido con
mentiras comienza a derrumbarse cuando detalles potencialmente devastadores de
su pasado amenazan con emerger. Ella se verá envuelta en fuertes discusiones
con familiares y funcionarios de ambos países.
Tuve
la oportunidad de ver la cinta tras la conferencia de prensa del 3er Festival de Cine Alemán en
Caracas. Agradezco un montón la oportunidad, sin embargo, creo que no es esta
la película con la cual lo deberían estar promocionando.
Como todo drama histórico de cualquier época o lugar, Zwei Leben cuenta vivencias que abren heridas, e injusticias irreversibles que moldean a sus protagonistas. El mensaje que pretende dar Dos vidas es que incluso en Noruega, que parece un país perfecto en las noticias, continúa pagando caro por los horrores de la segunda guerra mundial. Sus heridas se remotan a los tiempos cuando las mujeres embarazadas por soldados alemanes tenían hijos que terminaban siendo enviados a orfanatos en Alemania por ser considerados “raza aria”, luego pasaron a ser los niños de la vergüenza.
La cinta de George Mass posee un ritmo demasiado lento, exceptuando por los 30minutos finales(cuando solamente es lento), y una estructura cuasi-documental para explicarnos fuertes sucesos poco conocidos de la historia, dejando poco espacio para que uno se involucre emocionalmente con los personajes. También hubiese sido algo más corta de no ser por el exceso de tomas de paisajes, es drama no NatGeo.
Casi todas las actuaciones funcionan. En especial Köhler cuando no se encuentra en un flashback o Liv Ullmann cuando se mantiene fuertemente en silencio.
Los flashbacks se aseguran de que entendamos el contexto geopolítico, pero la película está sobrecargada de ellos y su filtro llega a ser un poco molesto(e inadecuado) con el tiempo. Dos vidas por poco se salva gracias al conjunto de interpretaciones y el tema fuerte de la vida real.
En ocasiones existe placer en ver un drama que se desenvuelve con sus elementos usuales: sentimentalismo, estallidos emocionales y merodear las barreras entre el bien y el mal. Este melodrama está construido, irónicamente, sobre la carencia de emoción. Los personajes de la película son capaces de hacer cosas inimaginables, tanto egoístas como desinteresadas, pero mostrar afecto no es una de ellas.
Dos vidas obtiene un 2.4/5.
Como todo drama histórico de cualquier época o lugar, Zwei Leben cuenta vivencias que abren heridas, e injusticias irreversibles que moldean a sus protagonistas. El mensaje que pretende dar Dos vidas es que incluso en Noruega, que parece un país perfecto en las noticias, continúa pagando caro por los horrores de la segunda guerra mundial. Sus heridas se remotan a los tiempos cuando las mujeres embarazadas por soldados alemanes tenían hijos que terminaban siendo enviados a orfanatos en Alemania por ser considerados “raza aria”, luego pasaron a ser los niños de la vergüenza.
La cinta de George Mass posee un ritmo demasiado lento, exceptuando por los 30minutos finales(cuando solamente es lento), y una estructura cuasi-documental para explicarnos fuertes sucesos poco conocidos de la historia, dejando poco espacio para que uno se involucre emocionalmente con los personajes. También hubiese sido algo más corta de no ser por el exceso de tomas de paisajes, es drama no NatGeo.
Casi todas las actuaciones funcionan. En especial Köhler cuando no se encuentra en un flashback o Liv Ullmann cuando se mantiene fuertemente en silencio.
Los flashbacks se aseguran de que entendamos el contexto geopolítico, pero la película está sobrecargada de ellos y su filtro llega a ser un poco molesto(e inadecuado) con el tiempo. Dos vidas por poco se salva gracias al conjunto de interpretaciones y el tema fuerte de la vida real.
En ocasiones existe placer en ver un drama que se desenvuelve con sus elementos usuales: sentimentalismo, estallidos emocionales y merodear las barreras entre el bien y el mal. Este melodrama está construido, irónicamente, sobre la carencia de emoción. Los personajes de la película son capaces de hacer cosas inimaginables, tanto egoístas como desinteresadas, pero mostrar afecto no es una de ellas.
Dos vidas obtiene un 2.4/5.
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