En un época donde las cintas animadas cuentan con
estratosféricos presupuestos y un sinfín de talentosas voces, llega Shaun The Sheep. Dirigida Richard Starzak y Mark Burton, logra triunfar gracias a su elaborada
combinación de stop motion con
animación 2D y 3D, su cálida historia y su veloz ritmo. Todo esto sin
pronunciar una sola palabra. ¡Qué atrevido!
Puedo afirmar con seguridad que Shaun, el cordero es la película que más me ha sorprendido en el
2015, también la que más me ha hecho reír- lo siento Spy(reseña)-.
El filme nos introduce rápidamente a Shaun, el resto del rebaño, los demás animales, y su dueño. Pronto
sabemos que siguen una rígida rutina y que Shaun sueña con un ligero escape.
Así que se las ingenia con el resto de las ovejas para dormir al dueño y
disfrutar de libertad y de los placeres humanos, al menos por un día.
Lo logran, en una de las secuencias animadas más cómicas e
ingeniosas que haya visto en años recientes. Mejor vista que contada.
Pero todo se sale de control, y por una cadena de eventos
el dueño termina en la Gran Ciudad, y
Shaun debe aliarse con su enemigo Bitzer,
el siempre fiel perro, para recuperar a su querido amo.
En su travesía se las verán en situaciones complicadas, en
especial aquellas donde se encuentran con Trumper.
Si Travis Bickle tuviera un hijo con
una de las próximas Cazafantasmas y
este encerrara animales de la calle, es probable que fuese Trumper. Él brinda
muchos buenos momentos, pero hacia el final se siente muy utilizado.
La película completa es contada a través de mímicas, entradas
musicales, y humor físico. La falta de diálogo no arruina a Shaun The Sheep; en cambio, potencia la
narrativa visual con gran destreza. El ritmo es tan ágil que, si no te estás
riendo cada tres minutos, bueno, no comprendo tu sentido del humor.
Si bien el humor slapstick
con golpes y gases es más para niños, y este puede llegar a cansar, hay una
tonelada de otras cosas que traen carcajadas. Básicamente sabes que te ríes de
estupideces, pero estás riendo. Todos están riendo.
Por el otro lado, cuesta no sentir una cálida sensación
con la historia de la oveja que solo quiere llegar a casa, y la dulce(y espantosa)
perrita callejera que intenta ayudarle, mientras sueña con encontrar un hogar
para sí misma.
Shaun The Sheep puede carecer de la profundidad y
ambición de Intensamente(reseña).
Igualmente, hay suficiente material acá para los adultos: desde
referencias a El origen, El silencio de los inocentes, Taxi Driver y Los Cazafantasmas, hasta grafitis similares a los de Banksy y un guiño a la influencia de las
redes sociales.
Es impresionante como una historia sin palabras tiene
tanto que decir.
Shaun The Sheep obtiene un
4/5.
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